miércoles, 19 de noviembre de 2008

UN EQUIPO IRREGULAR


Gimnasia y tiro no puede encontrar el juego. Como local, esta vez igualó 1 a 1 contra Famailla. Los goles fueron anotados por Martin Chiaraviglio (F e/c 82´) y Mariano Ghigo (G) en el último minuto de juego.

El hincha se debe estar preguntado cuál es el verdadero Gimnasia y Tiro. El que jugó en el estadio Padre Martearena y se quedó con un clásico clave, o la pobre versión que igualó ante Famaillá en el Gigante del Norte. Es que este equipo de Miguel Rodríguez desorienta a todos, pero algo quedó muy en claro, le está costando una enormidad ganar en su casa, hacer valer ese plus extra de tener el apoyo de su gente y acorralar al rival contra su área.

Gimnasia y Tiro fue una sombra de aquel que jugó ante el "cuervo". Tuvo actitud, pero le faltó fútbol, conexión entre las líneas y siempre eligió la peor opción a la hora de dar el paso final.

El "albo" salió con un doble enganche, con Carlos Muñoz y David Surza, y este último nunca fue el "socio" ideal para el "10", que se cansaba de trasladar la pelota, pero siempre terminaba con un pelotazo la jugada, porque no tenía compañía.

Tampoco Pablo Rodríguez se mostró como una salida inteligente y Martín Viano casi siempre terminó mal la jugada por el sector izquierdo. A esto se le agregó que Juan Lugo le ganaba la espalda casi siempre al "Potro" Díaz y, entonces, Famaillá complicaba con el zurdo repartiendo la "bocha" al compañero mejor ubicado. Atrás lejos estuvo lo mejor de Gimnasia. Con un "Bocha" Rodríguez impasable, con un Carlos Russo que muy pocas veces falló, y Mariano Ghigo que se agiganta cada vez más. El "Fama" no era un dechado de virtudes, pero con poco, con orden y tranquilidad, le fue minando la paciencia al "albo".

El primer tiempo fue para el olvido. Uno quería pero no podía, Gimnasia, y el otro especulaba y no atacaba. Entonces todo fue monótono, anodino y aburrido. Sólo un disparo de Juan Lubo que sacó en forma espectacular Jorge Comune, fue lo más peligroso. Después nada de nada. Pelotazos y más pelotazos.

El DT Miguel Rodríguez en el entretiempo se dio cuenta que le faltaba una usina generadora de fútbol, alguien que se asociara al solitario Muñoz, pero equivocó en el cambio, no porque haya sacado a Surza, que estuvo bien, sino porque hizo ingresar a Luis Rueda quien no aportó nada. No se sabía si el "Cóndor" era delantero, volante o media punta. Gimnasia siguió padeciendo los mismos síntomas y Famaillá jugaba con la desesperación.

El resultado, a esa altura, salvo por un clarísimo penal que el malísimo Ariel Tello no cobró a favor del "Fama" (del "Bocha" a Lubo), era justo. Hasta que se equivocó Chiaraviglio, quien quiso rechazar la pelota, y lo único que hizo es dejar sin reacción a Comune.

En la desesperación, jugado por jugado, el "albo" fue al frente, y encontró una muy buena habilitación de Viano para Ghigo, quien bajó la pelota y le pegó como venía para poner algo de justicia al resultado. Gimnasia y Tiro todavía no tiene identidad propia. Sacó un empate de la galera, pero no debe conformarse, porque anoche dejó un signo de interrogación tan grande como el Gigante del Norte.

MARIANO GIL
El Tribuno de Salta

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