Luego de la caída ante Estudiantes, en La Plata, el Albo tuvo su chance de levantar cabeza. El sábado 20 de septiembre de 1997, los dirigidos por Ricardo Rezza enfrentaban a Independiente de Avellaneda en el Gigante del Norte con la obligación de mantener el invicto como local y seguir sumando en esa condición. Los tres tantos en contra recibidos en el último encuentro pusieron en tela de juicio durante los días posteriores a la derrota al arquero Manchado. Es más, se manejó la posibilidad de que Palito Álvarez volviera a defender los tres palos millonarios debido a la floja actuación del uno titular.
Por aquellos días, el diario Olé envió a la periodista Débora D´Amato, quien el día previo al encuentro entrevistó a Cristian Gómez, futbolista del Rojo, para conocer la visión que tenían los visitantes de los salteños...
Por aquellos días, el diario Olé envió a la periodista Débora D´Amato, quien el día previo al encuentro entrevistó a Cristian Gómez, futbolista del Rojo, para conocer la visión que tenían los visitantes de los salteños...
-¿Cuál es la mejor forma de lastimar a Gimnasia y Tiro? –preguntó la periodista-
-Tenemos que aprovechar la necesidad que tienen ellos por sumar de locales. En nungún momento tenemos que regalarles la pelota.
-¿Van con un equipo ofensivo porque la presión es de ellos?
-Sí. Está claro que la presión va a ser de ellos. Nosotros trataremos de quitarles la pelota y hacerla circular. Tenemos hombres rápidos y vamos a tratar de ahogarlos en los últimos metros para que no puedan salir con claridad. –contestó Gómez-
El planteo de los dirigidos por el Tigre Gareca era claro. Independiente llegaba a Salta con un solo objetivo claro: llevarse los tres puntos. Pero durante los primeros minutos de juego se encontraría con una realidad no muy sencilla.
En el historial, los de Buenos Aires y los salteños se habían enfrentado en 4 oportunidades. Gimnasia y Tiro no pudo ganar nunca, mientras que los de Avellaneda se habían quedado con la victoria en tres ocasiones. El restante juego terminó en empate.
Al encuentro, disputado a las 21.10 , lo dirigió Oscar Sequeira, quien nunca había dirigido a al Albo y sí lo había hecho con Independiente en dos partidos (victoria y derrota). Además, se pudo ver el juego desde todo el país, debido a que fue televisado por TyC Sports en vivo.
Rezza presentó tres cambios con respecto al juego anterior. Entraron Zanatta, Paiber y Saldaño. Cervera se tiró atrás como media punta y los delanteros fueron Saldaño y Scotto.
Durante los primeros minutos de juego Gimnasia y Tiro mostró una actitud ofensiva, digna de un local que buscaba dejar los tres puntos en casa. Independiente fue sorprendido por el equipo salteño durante aquel periodos y no pudo contrarrestar la presión millonaria.
Solo 15 minutos bastaron para que el Albo se pusiera en ventaja en el marcador. El encargado de lograrlo fue Saldaño, al conectar un centro entre la marca de Rotchen y Ramírez. Pero se sabe que los goles no se merecen, sino que se los hace. El Rojo no jugaba para nada bien, pero de todas formas llegó al empate gracias al cabezazo de Panchito Guerrero. “Mucho premio para poco fútbol”, sostuvo sobre el tanto el diario Página/12.
Los salteños se fueron con un empate al descanso cuando pudo haber logrado un tanto más de diferencia.
El complemento fue muy dinámico. Se jugó de ida y vuelta. El juego aéreo lastimaba mucho a Gimnasia y fue justamente el camino que tomó Independiente para llegar al segundo tanto. Guerrero, nuevamente, anotó de cabeza para la visita a los 24 minutos y puso las cosas 2 a 1. Pero a los 36, Guiberguis logró rescatar un punto para el Albo. Por medio de su botín blanco, el recién ingresado selló el definitivo 2 a 2.
Aquella noche del sábado 20 de septiembre de 1997 Gimnasia y Tiro perdió dos puntos como local... Pero sumó, que era el principal objetivo en casa.
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