jueves, 24 de enero de 2008

MÁS SOBRE SU PERFIL

Cuando era jugador comenzó los estudios de educación física e hizo la carrera en dos tandas. Abandonó los estudios durante cinco años, porque no tenía tiempo para jugar al fútbol, pero luego retomó en la Universidad Católica de Salta y egresado en 2007. “Para esta profesión, me sirvió mucho la experiencia de haber jugado. Sé cómo desenvolverme en un grupo y conozco el fútbol local”.
Tiene dos años de experiencia. La primera vez que se paró frente a un plantel como preparado físico fue en el 2002, cuando dirigía y preparaba físicamente a la novena división de Cachorros. Antes de recibirse, trabajó ligado al fútbol en las divisiones inferiores de Cachorros, Juventud Antoniana y Central Norte.
-¿Cómo fueron tus primeros pasos en la profesión?
-Luego de recibirme, me hablaran para trabajar. Tengo la suerte de que nunca me ofrecí en ningún lado, sino que siempre me buscaron. Me hablaron para entrenar a Central Norte en la tercera, cuarta y primera. Empece ahí con Oscar Mendía, porque él era el técnico.
-¿Esa fue la primera vez que te paraste frente a un plantel como preparador físico?
-Mmm… No, ahora que lo recuerdo fue por el 2002 cuando fui técnico y profe de la novena de Cahorros. Me fue muy bien…
-Bueno, calculo que con tanto roce con grupos en el fútbol aquel día no sentiste ni un poco de nervios, ¿verdad?
-Sí, así es. Yo nunca me puse nervioso delante de un grupo. Todo lo contrario.
-Además, imagino que es necesario tener actitud en el lugar en el que estas.
-Claro. Yo ya había estado en planteles y uno siempre va viendo cómo se mueve el profesor, el técnico. Siempre observe las posturas y el tono de voz. Recuerdo que en el profesorado nos hacían dar clases en escuelas. Eran prácticas que formaban parte de la carrera. Lo hacíamos en escuelas primarias, secundarias y terciarias. También hay otras materias en las que quedas al frente de más de cien personas. Son actividades masivas en las que tenés que pararte delante de todos y hablar. La verdad que nunca tuve inconvenientes. Es más, me gusta estar delante de un grupo y hablar. Mientras uno va adquiriendo experiencia, va articulando mejor las oraciones y te expresas mejor. Con dos oraciones bien usadas, el grupo te tiene que entender.
-Imagino que si das muchas vueltas frente al plantel, los jugadores empiezan a dudar de tus conocimientos.
-Claro, el grupo se da cuenta cuando el profesor está nervioso o le falta conocimiento. Por ahí no sé todo lo que me gustaría saber, pero soy de los que piensan que esas cosas se van ganando con los años. Lo que sí intento mucho es ser claro en las consignas y tener la convicción de que eso es bueno para el jugador. Recuerdo que cuando empece en Central Norte, tenía a un grupo de 150 chicos de distintas categorías. Además, algunos no eran tan chicos que digamos…
-Y calculo que un par también eran medio difíciles de controlar…
-Exactamente, había un par que no te hacían caso.
-Te debe poner mal el hecho de conocer buenos jugadores, que son jóvenes, pero que no le dan importancia al deporte y se dedican mucho a la noche y demás…
-Lo bueno de la carrera es que uno es docente, soy un formador. Sin importar la edad que tengan, uno trata de formarlos… Formarlos físicamente es el objetivo principal, pero también uno trata de inculcarles valores a los chicos. Por ejemplo, que sean sacrificados y que estudien. Todo, sin dejar de lado el respeto, no sólo al cuerpo técnico, sino también a sus compañeros, a la familia, amigos, utileros, espectadores y demás. Uno trata de transmitir estas cosas porque lamentablemente no sabemos si van a poder vivir del fútbol, entonces intentamos que por lo menos adquieran valores…
-Y que intenten llegar a primera.
-Claro, que lo hagan al cien por ciento y que no estén haciendo estupideces. Bueno, esa es la función primordial del formador: orientarlos y abrirles las cabezas. Intentamos ser claros y sinceros. También les decimos si tienen o no condiciones, para que no esten perdiendo el tiempo.

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